Doña Vicky, cemitas del pancracio

*Frente a la Arena Puebla, sus cemitas fueron probadas por El Porky y el Hijo del Perro Aguayo; son de horno de piedra, de una panadería del Barrio de Analco, un toque que le da “más sabor”

Guadalupe Juárez

Puebla, Pue.- Doña Vicky remueve las papas cortadas en rodajas sobre el gran comal que tiene en frente, mientras se calienta el pan de la cemita horneada en un horno de piedra.

En el pan coloca las rajas, jitomate y cebolla, luego poco a poco saca las papas que ya están fritas, sobre ellas va un puñado de quesillo, rodajas de jitomate y hasta encima la milanesa, luego la tapa y listo, las cemitas cuya única diferencia de los demás puestos es el sazón.

Eso dice Vicky, quien tiene un delantal de mimí, mientras relata su historia y un par de clientes esperan las cemitas que llevan más de tres generaciones preparadas por su familia, frente a la Arena Puebla.

Es un lunes, la calle 13 Oriente y una parte de la 4 Sur se llena de puestos de máscaras de luchador, en el recinto de luchas, los trabajadores comienzan a limpiar y a prepararse para una noche de acrobacias y golpes en el ring.

Entre los puestos de cemitas que están justo en frente, el aroma de las milanesas que se fríen en el aceite es más intenso en el lugar que ocupa Vicky.

Su abuelo Eulogio, conocido como El Chino, fue quien inició el negocio en la vía pública de la 13 Oriente. El padre de Vicky,  “El Gordo”, fue quien continuó con la tradición y se colocó hace 40 años en este lugar en el que permanecen.

“No hay ningún secreto, simplemente la calidad de la mercancía (…) la cemita lleva papas, milanesa, papas, jitomate y quesillo. No existe secreto alguno, es el sazón, puedo prepararlas en la casa y donde sea y saben igual”.

Vicky dice que sus cemitas fueron probadas por El Porky y el Hijo del Perro Aguayo, quienes solían enviar siempre por una. Los luchadores son los que más han consumidoel  platillo.

Las cemitas –revela—son de horno de piedra, de una panadería del Barrio de Analco, un toque que le da “más sabor” al platillo que vende.

El día de trabajo más intenso es el  lunes de lucha; inicia desde la 1 de la tarde hasta las 2 de la mañana y entre semana hasta las 9 y 10 de la noche.

Para Vicky este oficio es lo que más le apasiona, preparar las cemitas, por lo que desea que si sus familiares más pequeños se dedican a esto, también sea por gusto y pasión.

“A veces no les gusta lo que hace uno, ya será su elección a futuro, sí, a mí me gusta mucho mi trabajo, me gustó, me gusta y lo seguiré haciendo hasta dónde aguante”, dice alegre.

Otro puñado de papas se fríen en el comal redondo, las milanesas empanizadas las echa en el aceite hirviendo y otro pan se calienta, la rutina es la misma: coloca las rajas, el jitomate, la cebolla, las papas y la milanesa hasta arriba.

Las cemitas El gordo son de las más grandes, tanto, que es mejor partirla en dos  y degustarlas de a bocados pequeños.

 

 

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